Este año, Zaragoza ha vivido unas Fiestas del Pilar que quedarán grabadas en la memoria de todos los Peñistas y ciudadanos. Un aniversario especial, el 40 cumpleaños de la Federación Interpeñas, ha traído consigo momentos cargados de emoción, tradición y, sobre todo, un sentimiento colectivo que ha unido a la ciudad como nunca antes.

Enorme agradecimiento a Mario Gambra, cuya dedicación para inmortalizar los momentos clave de estas fiestas con sus fotografías ha sido fundamental para conservar la esencia y la energía que se vivió en cada rincón. Su talento detrás del objetivo ha capturado la alegría, el fervor y el colorido de cada acto, creando un recuerdo visual que nos acompañará durante mucho tiempo.

Nuestro agradecimiento también va dirigido a las Peñas de Interpeñas Zaragoza, cuyo compromiso e implicación han sido determinantes para hacer de este aniversario un hito inolvidable. No solo han participado activamente en cada evento, sino que también han demostrado una pasión incansable en la organización de actividades que han llenado de vida y música nuestras calles. Entre esos actos, la ya tradicional maratón de charangas, fue un éxito rotundo que hizo vibrar cada rincón de Zaragoza, confirmando que la fiesta no sería lo mismo sin el calor y el entusiasmo de nuestros Peñistas y con los Peñistas de Honor.

No podemos olvidar a la Virgen del Pilar, nuestra patrona y símbolo de unión, que ha guiado los pasos de cada acto, envolviendo de fe y devoción cada jornada. La figura de la Virgen ha sido una constante fuente de inspiración y amor en estas fiestas, como lo ha sido durante generaciones. La Ofrenda de Flores realizada en Septiembre a la Virgen del Pilar con motivo del 40 Aniversario de Interpeñas Zaragoza… sin duda alguna, será inolvidable.

Finalmente, un agradecimiento muy especial a todos los Peñistas. Su actitud, siempre alegre y colaborativa, su disposición a participar en cada acto, y su compromiso con mantener viva la esencia de estas fiestas ha sido el motor que ha hecho de este 40 aniversario algo verdaderamente especial. Desde el emotivo pregón hasta el último sonido de las charangas, su presencia ha sido el alma de la celebración.

Este año ha sido una prueba de que Zaragoza sigue siendo una ciudad que vive y respira sus tradiciones, con la fuerza de una comunidad unida. Que este 40 aniversario sea solo el comienzo de muchos más por venir. ¡Gracias a todos por hacer de estas fiestas un verdadero éxito!

  ¡Viva la Virgen del Pilar!

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